El sector vitivinícola se está renovando para avanzar hacia la sostenibilidad. Los bodegueros y productores de vino ya están optando por opciones más ecológicas que los consumidores pueden identificar, mostrándolo en la etiqueta, que se trata de un artículo producido con menor impacto ambiental, de forma respetuosa y sostenible.
Gracias a esta etiqueta, los consumidores pueden identificar estos productos y elegirlos para hacer su propia contribución a la protección del medio ambiente.
Desde Adhesivos Orcajada estamos plenamente comprometidos con el medio ambiente y todas nuestras etiquetas provienen de bosques sostenibles, quedando plasmado mediante nuestro certificado FSC.
Además, actualmente ya estamos trabajando con diversos materiales, los cuales provienen de materiales reciclados. ¡Hay incluso etiquetas compuestas de restos de uva!
Todo orientado hacia la consecución de una economía circular más sostenible y comprometida con el planeta, con nuestro hogar.
¿Sabes qué características tiene que cumplir una botella de vino para poder ser nombrada con el distintivo “eco”? Aquí te lo explicamos.
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ToggleCaracterísticas de los vinos con etiqueta ecológica
La identificación de vino como ecológico tiene alcance a nivel europeo y su identificación mediante etiquetas, garantizando que efectivamente cumple con los requisitos, pueden utilizarse en toda la Unión Europea, así como en Islandia, Noruega y Liechtenstein. Para los consumidores, son fiables, creíbles y visibles. Para poder obtener este distintivo en la etiqueta, el vino debe cumplir los siguientes requisitos de sostenibilidad:
- El viñedo del que procede el vino debe estar certificado como ecológico, lo que significa que se limitan los tratamientos químicos de síntesis para controlar las plagas; como, por ejemplo, los herbicidas y los fungicidas.
- El tipo de abono utilizado para las vides es siempre natural, nunca mineral. Su origen es animal o vegetal. Es más, en los viñedos más sostenibles, se obtiene de la biomasa generada por los propios cultivos.
- El uso de sulfitos está permitido, pero debe estar estrictamente controlado. Además, no se pueden aplicar procesos químicos para eliminar el anhídrido sulfuroso.
- El arado, la siembra y la cosecha se realizan siempre a mano para no dañar el suelo, por lo que no se utiliza maquinaria.
- Para mantener la flora microbiana del entorno, los rastrojos que quedan tras el cultivo no se queman.
- En el proceso de producción no se utilizan OMG, los llamados organismos modificados genéticamente.
- El proceso de vendimia se prolonga y se utiliza la llamada vendimia tardía, en la que las uvas se recogen más tarde para que contengan naturalmente más antioxidantes que influirán en el producto final y en el tipo de vino.
- Las uvas se tratan cuidadosamente y se eliminan los racimos dañados.
- En cuanto al uso de los materiales de embotellado, deben tener el mayor carácter sostenible posible, y el tapón debe ser de corcho natural.
Hay que destacar que el vino ecológico no está reñido con la calidad o el sabor. De hecho, la pureza de las sensaciones que produce este tipo de vino es lo que lo distingue del vino tradicional.
Los productores de vino se comprometen a respetar el medio ambiente, y los consumidores también pueden optar por seguir su propio camino sin sacrificar la calidad y el sabor de un buen vino eligiendo productos con etiqueta ecológica.
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